Es que acaso estás ahí?

Cómo me gustaría que no me rechazaras, pero ante la distancia y estos intentos de acercamiento fallidos debo comenzar un nuevo duelo. Sin embargo, no voy a vestir de negro.
Pensé que este cambio en mi vida se había dado como un giro incierto del destino para que nos encontraramos y enfrentaramos juntos, aunque sea, una parte de nuestras vidas. Sin embargo, no es así.
Antes de llorar y cerrar esta etapa me gustaría tomar valor, esperarte, acompañarte, lentamente sin que te des cuenta encerrarte entre mi persona y esa columna formando una trinchera de la que no puedas escapar. Mirarte fijo a los ojos y comentarte esto que siento hace rato y que me golpea el pecho.
Para finalizar, casi sin dejarte opción, me llevaría de tus labios un beso como souvenir para soñar noche tras noche. Sin embargo, me cuesta mucho soñar.
Me gustaría saber que pensarías si leyeras estas líneas... es que acaso estás ahí?