Serena + Francisco = Azul
No nos dejes caer en la tentación
Y líbranos del mal
Las oportunidades se pueden considerar escasas y más cuando las mismas no parecieran ser de esta tierra. Al menos eso pensaba Serena cuando su cabeza se ponía en blanco. Algunas veces cuando podía pensar en verde veía las cosas un poco más claras. Pero lo peor llegaba cuando sus pensamientos se teñían de azul. Ahí comenzaban todos los revuelos y esos remolinos que no la dejaban dormir. Esta es la historia de Serena, pensando en azul.
Hay cosas que no se piensan, y se sienten. Tan simple como eso, se sienten. Pero hay sentimientos que la lastimaban, porque los callaba. Su silencio tenía sentido, porque llevar a la luz sus sentimientos no iba a mejorar las cosas. Claro, él no los sabía y nunca los iba a saber. Francisco nunca va a saber de su historia, en realidad sabe de su historia, pero no lo que Serena piensa de él.
Sin querer que todo se malinterprete Serena busca creer en su amistad, aunque mucho no crea en la amistad entre un hombre y una mujer. Pero hay algo que ya la venció varias veces y creía no saber que era, reafirmando su creencia.
Hoy sabe que es. Es uno de los motivos para alejarse de todo lo que lo lleva a rodearse con él. Claro, ella usó miles de excusas para eso.
Ella abrió su corazón sin buscarlo, como nunca hubiera querido hacerlo con nadie. Menos con él. Pero lo hizo, cuando ya era demasiado tarde para poder parar. Una vez que las primeras lágrimas rodaron por sus mejillas sabía que no podía volver a atrás y que era más de lo planeado lo que estaba contando. Contando un poco, penando otro poco.
Este azul que hoy atraviesa su cabeza, le genera muchos oscuros, muchos grises. Muchas dudas y más inseguridades. Falta de certezas y aún más negaciones. Serena no va a expresarse, por miedo, aunque quisiera gritar porque teme que su silencio acalle también a Francisco. Serena calla también porque respeta tanto las decisiones de Francisco que no buscaría torcer su propia voluntad o la de Alguien más.
Huir quizás permita mezclar un poco de blanco con ese azul para que el celeste funcione como un quitapenas.
No nos dejes caer en la tentación
Y líbranos del mal
Las oportunidades se pueden considerar escasas y más cuando las mismas no parecieran ser de esta tierra. Al menos eso pensaba Serena cuando su cabeza se ponía en blanco. Algunas veces cuando podía pensar en verde veía las cosas un poco más claras. Pero lo peor llegaba cuando sus pensamientos se teñían de azul. Ahí comenzaban todos los revuelos y esos remolinos que no la dejaban dormir. Esta es la historia de Serena, pensando en azul.
Hay cosas que no se piensan, y se sienten. Tan simple como eso, se sienten. Pero hay sentimientos que la lastimaban, porque los callaba. Su silencio tenía sentido, porque llevar a la luz sus sentimientos no iba a mejorar las cosas. Claro, él no los sabía y nunca los iba a saber. Francisco nunca va a saber de su historia, en realidad sabe de su historia, pero no lo que Serena piensa de él.
Sin querer que todo se malinterprete Serena busca creer en su amistad, aunque mucho no crea en la amistad entre un hombre y una mujer. Pero hay algo que ya la venció varias veces y creía no saber que era, reafirmando su creencia.
Hoy sabe que es. Es uno de los motivos para alejarse de todo lo que lo lleva a rodearse con él. Claro, ella usó miles de excusas para eso.
Ella abrió su corazón sin buscarlo, como nunca hubiera querido hacerlo con nadie. Menos con él. Pero lo hizo, cuando ya era demasiado tarde para poder parar. Una vez que las primeras lágrimas rodaron por sus mejillas sabía que no podía volver a atrás y que era más de lo planeado lo que estaba contando. Contando un poco, penando otro poco.
Este azul que hoy atraviesa su cabeza, le genera muchos oscuros, muchos grises. Muchas dudas y más inseguridades. Falta de certezas y aún más negaciones. Serena no va a expresarse, por miedo, aunque quisiera gritar porque teme que su silencio acalle también a Francisco. Serena calla también porque respeta tanto las decisiones de Francisco que no buscaría torcer su propia voluntad o la de Alguien más.
Huir quizás permita mezclar un poco de blanco con ese azul para que el celeste funcione como un quitapenas.
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