Jueves 8.30 AM. Tengo un sueño atroz y poca motivación para ir a trabajar. El sol que cegaba mi visión quedo atrás al abandonar la Av. Del Libertador y empezar a recorrer Rodríguez Peña. Voces de mis acompañantes que no cesan un segundo de emitir opinión. Busco escaparme de esta realidad utilizando al vidrio de mi ventana como una mirilla para chusmear el mundo exterior. Rodríguez Peña y Montevideo, un muchacho me llama la atención. Barba de algunos días, pelo atado, morral cruzado y pulóver del altiplano. Camina sonriente hacia la avenida soleada.
Jueves 9.15 AM. El viaje va llegando a su fin. Varios pasajeros ya han bajado. Av. Paseo Colón y Chile, y ha llegado mi turno. Sin pensar en el tedio de otras 9 horas en la oficina busco un cómplice en la gente para ahogar mi pena. Yo lo conozco. Otra vez el, barba, pelo atado, morral y pulóver del norte.
Un casual encuentro o un giro del destino?
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1 comentario:
Creo que un giro del destino.
A mi me pasó algo así ayer, pero no era un muchacho con barba de algunos días. Era una señora muy peculiar.
Es encantador pensar que las cosas pasan por algo. asique quién te dice...
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